El cambio de semáforo rojo a semáforo amarillo, dio paso de la etapa de aislamiento social a la de distanciamiento físico.
Ecuador vive una situación complicada a causa del coronavirus, la pandemia ha hecho que el país esté en cuarentena, desde el pasado 16 de marzo.
La medida tomada por el Gobierno Nacional, obligó a todos los ecuatorianos a permanecer en sus casas con algunas excepciones para que las personas puedan salir y moverse.
Esta decisión hizo que algunas instituciones, como la Curia Diocesana, optaran por el teletrabajo, modalidad que cambió este 25 de mayo al dejar que el 50% de su personal, ingresara a sus instalaciones a cumplir con la nueva jornada laboral 09h00 a 13h00.
El padre Luis León, Ecónomo de la Diócesis de Loja, sostuvo que previo a retomar el trabajo presencial, el personal recibió formación, mediante zoom sobre los protocolos de bioseguridad y la normativa que regirá en este nuevo periodo. Por otro lado, mencionó que se realizaron las pruebas de diagnóstico para la detección del covid-19, como requisito indispensable para reincorporarse, “se realizaron las pruebas y antes de empezar a laborar, hemos realizado una esterilización total del edificio y las oficinas”.
Asimismo, indicó que se ha colocado el túnel de desinfección de amonio cuaternario, y se ha entregado los implementos de protección (mascarillas faciales transparentes, mascarillas y overoles).
Se han activado el primer y segundo piso, es decir, personal administrativo y las pastorales de Catequesis y Liturgia.
El sacerdote enfatizó que en el momento que esté en total funcionalidad la Curia, el ingreso del personal y el público en general. “debe ser ordenada, tomando en cuenta el distanciamiento, evitar aglomeraciones”, acatando lo que dispone el COE.