Don Medardo Rojas: La voz auténtica que canta al sur del Ecuador

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Por Pepe Simancas, Viva Catamayo TV

En un rincón privilegiado del sur ecuatoriano, donde la naturaleza derrocha su esplendor en los cultivos de piña que se extienden por valles y colinas, vive un personaje entrañable cuya voz cautiva con los aires tradicionales de la tierra que lo vio nacer. Se trata de Don Medardo Rojas, cantautor y poeta de 83 años que ha plasmado en sus letras el amor y el orgullo por San Luis de Pambil, esta pequeña parroquia del cantón Catamayo conocida como la «tierra de la piña».

Fue un armonioso día de mayo cuando tuvimos el privilegio de visitar la humilde morada de Don Medardo, un auténtico hijo de este terruño sureño. Desde el primer instante, su cálida bienvenida y su resplandeciente sonrisa me hicieron sentir como en casa. «Para mí no hay distinción, soy amigo del mundo entero y la gente sencilla humilde la miro mejor porque compagino con humildad», expresó don Medardo con una sencillez que cautiva.

A sus 83 años, este artista nato conserva una vitalidad admirable que atribuye principalmente a su profunda fe católica: «La base fundamental es ser creyente en Dios y la Virgencita. A cada paso que doy estoy con mi Dios, Él me protege, me ayuda y me fortalece para ser útil en la humanidad». Su rostro se ilumina al hablar de sus creencias y principios que han sido su faro en la vida.

Pero no solo la espiritualidad lo mantiene vigoroso, también una alimentación sana arraigada en los productos de esta generosa tierra. «La comida ha sido mezclada, principalmente lo que nos da la naturaleza: el guineo, el maní, el moyoco, el pepián, la auténtica carne cecina al sol y, por supuesto, el exquisito café privilegiado que tenemos acá», cuenta con orgullo mientras recuerda los ricos sabores de su infancia.

Un homenaje musical a su tierra

Desde muy joven, Medardo Rojas descubrió su verdadera pasión: la música. «Cuando tenía 16 años compré una guitarrita en El Oro y ahí empecé a perfeccionar poco a poco», rememora. En ese entonces, la guitarra era el único instrumento que amenizaba las fiestas y reuniones de estos pueblos sureños.

Siguiendo los pasos de su tío Julio Rojas, también músico, Don Medardo se convirtió en un solicitado intérprete de pasillos, sanjuanitos y pasacalles, ritmos emblemáticos del folclor ecuatoriano. «En ese tiempo nos distinguían un poco con mis músicos. Cuando había una fiesta de novios, nos llevaban a la cocina para alegrar con la guitarra», recuerda con nostalgia.

Sin embargo, su mayor inspiración fue el gran Julio Jaramillo, a quien tuvo la fortuna de ver en un concierto en Saraguro cuando era un jovencito. «Me emocionó mucho y me inspiré más en la música», confiesa con los ojos brillantes, evocando ese momento decisivo en su vida artística.

Fue así como decidió componer su propia canción, un sentido homenaje titulado «Altivo Zambi», donde plasma su amor y orgullo por San Luis de Pambil. «Eres orgullo de mi lengua por tus grandezas y todas tus mujeres, eres orgullo. Por eso entrego mi sentimiento a esta tierra tradición, y cuando muera mis voces como un recuerdo donde nací», canta con voz firme una estrofa de esta pieza que fue grabada profesionalmente en un estudio de Quito.