Don Nachito pinta, cose, baila y tiene 116 años

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No usa lentes ni bastón y le encanta bailar todo ritmo que escucha. En el cantón Catamayo, Loja, vive quien sería el hombre más longevo del mundo, Ignacio Aguilar Jaramillo, quien tiene 116 años, según lo corrobora su cédula de identidad.

Camina un poco más de 10 minutos, a diario, para llegar al Centro Diurno del Buen Vivir La Providencia, en donde permanece todo el día. Este es administrado por la alcaldía de Catamayo en convenio con el Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES), ubicado en el barrio San Juan Bautista en la parroquia Urbana San José, Catamayo.

Ignacio Aguilar Jaramillo, don Nachito, lo llamamos cariñosamente familiares y amigos, nació el 10 de enero de 1901. Nachito fue inscrito en la campaña que hizo la institución en el 2008, por su sobrina y un testigo. En el Registro Civil se indica que hay un certificado de bautismo entre las pruebas de la fecha de nacimiento.

El longevo es uno de los fundadores del centro gerontológico, al que asisten, de lunes a viernes, 75 adultos mayores, con quienes, de 08:00 a 14:00, trabaja en manualidades, terapias físicas, danza, canto, entre otras actividades.

En el centro hay un espacio para hacer actividades manuales. Ahí se ubica a don Nachito deshilando retazos de tela, material que es empleado para rellenar los almohadones que él y sus compañeros elaboran.

Adicional a ello, don Nachito pinta, cose, baila y hace ejercicios. Dice ser muy selectivo con sus parejas de baile, tiene que ser alguien que siga el ritmo y sobre todo que tenga la fortaleza para danzar por largos minutos. Un trastorno de lenguaje no le impide escuchar, entender y asimilar una conversación.

Nachito es originario del cantón Quilanga –aunque está registrado en Catamayo–. Es el primero de cuatro hermanos. Sus padres fueron Moisés Aguilar y Anastasia Jaramillo, quienes fallecieron de 120 y 125 años de edad, respectivamente.

Creció en un hogar de escasos recursos y desde pequeño se dedicó a las labores agrícolas, especialmente al cultivo de yuca, tubérculo que no puede faltar en sus comidas.

Desde 1981, don Nachito radica en Catamayo, parroquia San José, en una casa ubicada en el sector Divino Niño, a pocos metros de la urna del Señor de la Buena Muerte.

Vive con su sobrina María Teodolinda Lima, de 68 años, quien le dedica toda su atención. Ella lo acompaña al mercado o al banco, ya que es beneficiario del Bono de Desarrollo Humano.

El centro Diurno estuvo cerrado por varios meses, finales de mes de octubre se apertura nuevamente ahora con la administración directa del gobierno municipal liderado por Janet Guerrero Luzuriaga, con el apoyo del MIES, Nachito junto a un considerable grupo de adultos mayores comparte día a día, bajo la dirección de profesionales en atención gerontológica.

Fuente: El Universo