El legado de un maestro del metal
Nacido con la habilidad innata de transformar el hierro en arte, Don Machuca dedicó su vida a la soldadura y la mecánica. Con más de cuatro décadas de experiencia, se ganó el respeto de su pueblo reparando desde estructuras metálicas hasta piezas industriales con técnicas que parecían imposibles. Su conocimiento empírico superó a muchos ingenieros, y su taller se convirtió en un punto de referencia para quienes buscaban soluciones en el mundo del metal.
Innovaciones y hazañas mecánicas
Uno de sus mayores logros fue su participación en la instalación de los tanques de Lojagas, donde, con métodos tradicionales y su audaz ingenio, logró lo que dos grúas industriales no pudieron: levantar y posicionar estructuras de gran tonelaje con un sistema de tacos de madera y elevaciones estratégicas. «No es la máquina, es la cabeza la que manda», solía decir Don Machuca, resaltando la importancia del pensamiento estratégico sobre la tecnología.
Además, fue pionero en la fabricación de herramientas y equipos propios, como una dobladora de metales y una enderezadora de aros de aluminio, que facilitaron su trabajo y el de muchos mecánicos locales. «Aquí se arregla todo, menos lo que no tiene solución», repetía con orgullo a sus clientes.
El cambio de los tiempos y su visión sobre la juventud
Con la modernización de los procesos industriales, Don Machuca fue testigo del reemplazo del acero negro por el inoxidable y de la transición de la reparación a la cultura del reemplazo. «Antes, todo se soldaba, todo se arreglaba. Ahora, la gente solo compra y bota», lamentaba al ver cómo la nueva generación se alejaba del arte de la mecánica.
Para él, el mayor desafío de los jóvenes no era solo aprender un oficio, sino comprometerse con él. «Lo más hermoso en la vida es aprender. Si tienes un conocimiento, nadie te lo quita, y con eso siempre te defiendes», afirmaba al alentar a los aprendices a valorar el conocimiento práctico.
Un legado que perdura
Hoy, el nombre de Don Machuca resuena en Catamayo como sinónimo de esfuerzo, ingenio y perseverancia. Sus enseñanzas siguen vivas en aquellos que lo vieron trabajar y en cada estructura metálica que lleva su firma. Su historia no solo es un testimonio de la evolución de la mecánica en la región, sino también un recordatorio de que el verdadero talento nace del trabajo y la pasión.
Citas Célebres de Don Machuca:
- «Aquí no hay imposibles, solo soluciones que aún no hemos descubierto.»
- «Uno no trabaja por el dinero, sino por la satisfacción de ver las cosas bien hechas.»
- «Las manos cuentan historias que la boca a veces olvida.»
- «Si algo se daña, se repara; si algo falta, se inventa.»
- «Los que dicen ‘no se puede’ deberían hacerse a un lado y dejarnos trabajar.»
- «El talento sin esfuerzo es como un motor sin gasolina: no te lleva a ninguna parte.»
- «La única herramienta que nunca se oxida es la voluntad de aprender.»
- «El mejor homenaje a quienes nos enseñaron es seguir haciendo lo que amamos.»