El Pensamiento del Día:
El país empieza hoy una nueva etapa de vida política con un nuevo gobierno, al cual le deseamos lo mejor, pero por sobre todo le exigimos que no traicione nuestra confianza y que cumpla con sus propuestas de campaña.
Es un nuevo periodo de, lo que anhelamos y necesitamos como país, una vida democrática en la búsqueda de justicia, desarrollo y equidad.
Sin embargo, y no quiero ser pesimista, es sumamente preocupante saber que de las 15 Comisiones Especializadas de la Asamblea Nacional, sea justamente la de TRANSPARENCIA, PARTICIPACIÓN CIUDADANA Y CONTROL SOCIAL, la que esté totalmente a cargo de UNES (78%, con 7 de los 9 miembros incluyendo la presidencia de la comisión) y PSC (22%, con 2 de los 9 miembros).
¿El ratón cuidando el queso?
Si bien es cierto, los proyectos de ley son aprobados por el pleno y no por las comisiones, pero estas últimas pueden ser definitivamente un verdadero problema para que los asuntos fluyan con «democracia y transparencia». La «comisión de transparencia debe ser transparente, valga la redundancia, y he aquí el problema».
Urge la acción correspondiente del Presidente de la República para una reforma a la Constitución (de Montecristi 2007 – 2008), dado que estas comisiones se acogen a artículos de la ley orgánica derivados de aquella Constitución, y que fueron modificados «a conveniencia» en años posteriores tales como el 2013 y el 2014. Todas las reformas y modificaciones realizadas en el periodo más nefasto de la historia de la nación.
De las Comisiones (especialmente el 3er párrafo) :
«En el artículo 26 de la Ley Orgánica de la Función Legislativa se establece que entre las funciones de las comisiones está designar al presidente y al vicepresidente, bajo criterios de paridad y alternancia de género, quienes durarán dos años en sus funciones.
Las distintas comisiones discutirán, elaborarán y aprobarán, con el voto favorable de la mayoría absoluta, los informes de los proyectos de ley, antes de ponerlos en conocimiento y aprobación del Pleno de la Asamblea. Además, las comisiones podrán reformar, ampliar s, simplificar o cambiar la categoría de las leyes, conforme el análisis realizado.
Las comisiones también deben recibir, analizar, procesar y tramitar las peticiones de fiscalización y control político a las funciones Ejecutiva, Electoral y de Transparencia y Control Social y otros órganos del poder público.
Las comisiones deben dar seguimiento y hacer evaluación de las leyes, por iniciativa del Pleno de la Asamblea Nacional, del Consejo de Administración Legislativa, de la Presidencia de la Asamblea Nacional o por iniciativa de la comisión.
También, deben vigilar el cumplimiento de las disposiciones constitucionales y legales en el ámbito de sus temáticas respectivas».
Si algo es verdad es que, la comisión de transparencia puede ser una verdadera «traba para que haya gobernabilidad, y además ser una verdadera alcahuete de la injusticia con respecto a procesos judiciales en curso por temas de corrupción o relacionados».
¿La viveza criolla? «Quédense con el avión, con el piloto y su equipo, y con los pasajeros también, pero nosotros ponemos el controlador aéreo para dar las coordenadas de ruta, las instrucciones de vuelo y la luz verde de aterrizaje». «Nosotros escogemos si la fiscalización procede o no, y contra quién o quiénes, y a quién o quiénes les hacemos la vida amarga».
Cuidado Presidente Lasso, creo que su caso llama no solo para una reforma Constitucional, sino para una Consulta Popular integral de forma urgente.
Autor: Juan Francisco Hidalgo