El seco de chivo tiene una gran importancia en Catamayo por su arraigo cultural, su tradición ancestral, su impacto económico y su valor turístico. Es un plato que representa la identidad culinaria de la región y que se disfruta tanto en eventos especiales como en el día a día de los habitantes de Catamayo.
La Señora Gladys Torres moradora del barrio Trapichillo se dedica a la venta de comida en los días sábados y domingo cerca del parque del barrio, nos habló un poco sobre la preparación del seco de chivo al hueco. Ella aprendió ha hacer este platillo entre otros más por su madre quien vivía en Ballestero, pero comenta que nunca se le habría pasado por la cabeza el realizarlo al hueco como se veía en otras partes del país, cuando lo realizo el resultado fue muy delicioso y confirmo este hecho al ver el encanto de sus comensales
Nos explica que su esposo ha construido un hueco en su casa, donde ha utilizado cemento y ladrillos para crear un espacio especial en el cual se prepara el chivo al hueco. En lugar de comprar carbón, utiliza brasas obtenidas de la quema de leña de los faiques. La cantidad de brasas que colocamos en el hueco se calcula en función de las libras del chivo que vamos a cocinar.
Después de cortar y lavar el chivo, lo adobamos con todos los ingredientes necesarios. Sin agregar agua, colocamos el chivo adobado en una olla que se introduce en el hueco. Una vez que las brasas están listas y sin llama alguna, las colocamos alrededor de la olla. Luego, cubrimos bien la olla y colocamos una lata o hojas de guineo encima. El chivo se cocina lentamente durante aproximadamente tres o cuatro horas, aprovechando el calor de las brasas.
Después de ese tiempo, simplemente sacamos el chivo del hueco y ya está listo para ser servido. Suele ser acompañado de ensalada, arroz blanco o plátanos fritos.