Aunque es una fecha en su gran mayoría de “celebración”, tiene una raíz bastante sombría, un escalofriante suceso en el cual 129 mujeres perdieron la vida en una fábrica textil de New York en un voraz incendio, luego de que se declararan en huelga buscando una reducción de jornada laboral, un salario igual al que percibían los hombres que hacían las mismas actividades y las malas condiciones de trabajo que padecían. El dueño de la fábrica ordenó cerrar las puertas del edificio para que las mujeres desistieran… aquellas mujeres no pudieron escapar.
“Decir feliz Día de la Mujer no es lo adecuado, no es un día de celebración, sino de lucha”
Que importante sería que como mujeres en vez de contentarnos con flores, música y chocolates, podamos darnos la oportunidad de hacer cambios en nuestras vidas, en nuestros lugares de trabajo, en nuestra forma de comunicar y defender lo justo de lo injusto.
Que importante sería, dejar esas “banalidades”, o al menos explicar en casa a nuestros hijos porqué recordamos este día, hacerles entender que no es un día de regalos a mami, sino un día para conversar sobre la importancia y el respeto de los derechos a las mujeres; explicarles que muchas no pudimos continuar con nuestros estudios o mantener nuestros trabajos por ser madres, por esa incomprensión y marginación aún existente en la mayoría de empresas que se han convertido en las verdaderas trabas para el desarrollo femenino.
Tal vez hemos escuchado en casa a nuestros hijos decir, “El único que trabaja es papi”, ¿Qué han sentido ustedes como mujeres? ¿A caso su trabajo en casa, no es trabajo? Ahí radica la importancia de un día como hoy para sentarnos a conversar con ellos, ese es uno de los aportes más importantes, desde nosotras las mujeres para este día considerado “especial”.
Un llamado personal a las autoridades de cada territorio que de seguro saldrán con rosas a la calle este día para “halagarnos”, cuándo entenderán que las flores no sirven ni para reposar en las tumbas de nuestras mujeres asesinadas, esperando justicia.
Nosotras, les cambiamos esas rosas por oportunidades, nosotras les cambiamos esas rosas por apoyo a nuestros emprendimientos a través de los sabores que producimos y que hemos sacado adelante sin ayuda de ustedes.
Las verdaderas autoridades que han estado junto a su pueblo, en especial con las mujeres, deben festejar este día los logros que han obtenido junto a ellas, a través del soporte que les han brindado; si ese apoyo no existió, sus rosas serán solo simplezas.
Mi admiración para las mujeres trabajadoras de casa que son multifacéticas; a las emprendedoras que día a día se ingenian cosas maravillosas con colores y sabores para mantener sus hogares o ser el apoyo de sus esposos; aquellas que desde sus oficinas brindan atención, aun si su día no ha sido el mejor; a quienes trabajan en política, un espacio en su mayoría ocupado por hombres y que desde ahí aportan con su esencia femenil, muchas veces tratadas de “problemáticas” por levantar su voz, por no callar; a las maestras que forman generaciones, gracias por su paciencia y compromiso; a nuestras mujeres que nos deleitan con la música, las letras y el arte, gracias por compartir esas emociones, sentimientos y lucha en cada obra…En fin, a cada una, en cada rincón que ha tenido que “fajársela “ para salir adelante.
¡Nunca desistan en cumplir sus objetivos!