Evocar el nombre de Eliseo Arias Carrión, es hablar de un ciudadano que nació para el servicio de Dios y a sus semejantes. Recordar su pasado es como elevar una plegaria a sus acciones espirituales y materiales, es sin duda rendirle homenaje a sus virtudes y un merecido tributo de admiración a quien fuera la figura descollante en la vida de Catamayo, a la cual se entregó con pasión y esmero.
Por la prolija investigación del autor sabemos que en la Ciudad de Loja el 13 de Junio de 1918, del hogar conformado de don Gabriel Arias Riofrío y señora Rosa Elvira Carrión Valdivieso.
Su educación primaria la recibe en la escuela de los hermanos cristianos y la secundaria en el Seminario Menor de Loja, para luego ingresar al Seminario Mayor de Quito para el estudio de Filosofía y Teología.
A la edad de siete años queda huérfano de padre, es entonces que la señora Rosa Carrión se radica en Catamayo, fue la primera en construir una casa posada para huéspedes, en la que trabajó para darle educación a su hijo.
Cuando cursaba los estudios secundarios en el Seminario Mayor fue llamado a cumplir el Servicio Militar Obligatorio en las Fuerzas Armadas del Ecuador en el periodo 1937-1938, obteniendo el título de Enfermero Militar, cuyos conocimientos lo supo poner en práctica al servicio de los humildes al ejercer el sacerdocio.
El 16 de Julio de 1941, fue ordenado subdiácono, más tarde o sea un año después el 26 de julio de 1942, se ordena de sacerdote de Cristo.
Después de cumplir con varias obras encomendadas a él por diferentes lugares de la Patria regresa a querido Catamayo, en el año 1953.
Su pueblo lo recibe con cariño y afecto y lo convierte en le Apóstol de las reivindicaciones de la sociedad en su conjunto.
Fue sin duda el artífice de una extraordinaria acción espiritual, social y educativa, que dejó gravado en el sentimiento de los agradecidos habitantes de Catamayo, que no podrán ser borrados por el tiempo. Su obra y los servicios prestados a al comunidad quedaron como ejemplo de virtudes, que serán recordadas por todas las generaciones.
Catamayo recuerda sus obras que las ha inmortalizado en las Páginas más brillantes de su historia al registrarlas con merecida reverencia; a continuación mencionamos algunas:
- Fundador de la escuela parroquial, la misma que era mantenida con sus propios recursos;
- Mentalizador y propulsor de la escuela que con justa razón lleva su nombre;
- Mentalizador y propulsor de la Consagración de Religiosas Dominicanas en Catamayo;
- Gestor y principal impulsor para la consecución de la luz eléctrica que hoy posee el Cantón;
- Gestor de la Cantonización de Catamayo;
- Declarado el mejor ciudadano de Catamayo en el año de 1982; entre otras.
El Padre Eliseo Arias Carrión muere, el 28 de enero de 1983, con la satisfacción del deber cumplido en todo cuanto la divinidad le encomendó; dejando luto en los corazones de su pueblo al perder a su líder, guía y propulsor de grandes obras benéficas:
Catamayo guarda en sus entrañas, a quien fue su inolvidable sacerdote. Muchas Instituciones han inmortalizado su nombre con reverencia y cariño.
Tomada del Libro “ Catamayo en su Devenir Histórico” Autor: Hugo Arias Benavides