El ingenio Monterrey desde 1959 ha trabajado por el desarrollo de Catamayo y la Región; inicia como un sueño de Don Alberto Hidalgo Jarrín, su esposa e hijos; quienes en este año constituyen la Empresa Monterrey – Azucarera Lojana Compañía Anónima MALCA; con muchos sacrificios y esfuerzos consiguen dos años después instalar el Ingenio que lo compraron en Colombia y el proceso de ensamblaje lo realizaron con mecánicos de la zona que posteriormente se convirtieron en los técnicos de la empresa.
En el Ingenio hay aproximadamente 1000 empleados que se distribuyen en las tres jornadas para completar las 24 horas, es decir se trabaja durante todo el año; dejando los meses de invierno que el suelo descanse para que no afecte a la calidad del producto; en este periodo se realiza el mantenimiento del lugar.
El proceso de producción de caña inicia en el campo cuando los cañicultores siembran, abonan constantemente y lo mantienen las plantaciones libres de plagas; una vez que están listas, se las deja un tiempo más en la tierra para que pueda absorber mayor cantidad de nutrientes para brindar un producto de calidad. Además se ha construido un moderno sistema de riego computarizado que permite acceder a los lugares donde no llega el agua por medio de un sistema de goteo que le brinda a cada planta la cantidad exacta de agua que necesita para su desarrollo, se aprovecha la mayor cantidad de suelo posible y con la ventaja que en el sector no existen plagas que afecte a las plantas, el Ingenio Monterrey, es el que mayor producción tiene en Ecuador, es decir de 750 toneladas de caña producen 2000 sacos de azúcar.
Una vez que la planta está lista para la cosecha es quemada, esto es debido a que la caña quemada pesa más que la cruda; es decir dos toneladas de caña cruda serían 10 toneladas de caña quemada y esto les conviene a los trabajadores que reciben su bonificación dependiendo del peso del producto que han cortado. Al quemar las plantaciones se usan técnicas para minimizar los posibles efectos dañinos para el ambiente y la población de Catamayo, para eso un equipo especializado está pendiente de las condiciones climáticas del valle, se informan por medio de Internet y sistemas adoptados; a las 3 o 4 de la mañana analizan la velocidad y dirección del viento para ver si es factible iniciar con la quema de la caña.
Una vez que la caña es cortada la ordenan en pequeños montones para que la maquinaria la lleve hasta la planta donde es lavada; el agua que sale lleva nutrientes y hojas que son utilizada posteriormente en el sistema de riego como abono para la nueva plantación; pero se tiene planeado construir piscinas de oxidación para purificar el agua antes de que regrese a la naturaleza.
Una vez que la caña es lavada pasa por cuatro molinos que se encargan de extraer el jugo, que será utilizado para la fabricación del azúcar; el bagazo es decir los restos de la caña son triturados y transportados a una caldera para ser quemados, su combustión calienta unos recipientes de agua que generan vapor y se transforman en la energía que pone a funcionar la maquinaría de la fábrica. Para no contaminar el medio ambiente la chimenea por donde se elimina los vapore de la combustión cuenta con una serie de duchas y filtros que purifica el aire antes que salga a la atmósfera. Este sistema es completamente automatizado, por lo tanto, se lo puede controlar a través de una computadora que controla el funcionamiento de toda la planta.
El jugo de caña extraído pasa por algunos procesos como la ebullición, eliminación de agua y centrifugación antes de convertirse en el producto final; el azúcar, actualmente producen la blanca y morena que son empacadas y distribuidas en todo el Ecuador.
Otros productos considerados como desecho son aprovechados para otros usos, por ejemplo la melaza se la utiliza para alimentar al ganado: la Cachaza que es la tierra que sale de la caña se la lleva al campo para mezclarla con otros abonos; otro desecho que se extrae, y que es similar al alcohol tiene proteínas y nutrientes se lo mezcla con el agua para el riego de los cañaverales.
El Ingenio Monterrey tiene una gran vinculación con la comunidad, participa activamente en proyectos sociales, además brinda vivienda a los trabajadores dentro del ingenio y han creado la Fundación Alberto Hidalgo que funciona en Catamayo y brinda atención médica a personas de escasos recursos; los viernes realizan visitas médicas en las áreas rulares, con un valor módico de $1.50.