Los alrededor de 2.700 habitantes del barrio Trapichillo, ubicado a unos cinco minutos de la ciudad de Catamayo, en la provincia de Loja, se encuentran preocupados.
Todo empezó hace cerca de dos meses cuando fueron a sepultar al cementerio del lugar a una persona que murió con Covid-19.
A partir de esa inhumación, la desesperación se generalizó. Los moradores dicen que en ese camposanto, que es de propiedad municipal desde hace cinco años, se encuentran enterrados ya 10 cadáveres y que la mayoría de ellos fallecieron contagiados con el virus.
El morador Floresmilo Cabrera Neira manifiesta que, efectivamente, el alcalde Armando Figueroa y el resto de autoridades acordaron inhumar allí a los fallecidos con Covid-19.
Aclara que no se oponen a ello, sino que les inquieta la forma antitécnica con que lo hacen: sin observar las medidas de bioseguridad, ni los protocolos.
Es más, según acota, las sepulturas fueron realizadas en una zona de relleno, junto a una pendiente de unos 10 metros. Asimismo, no cuenta con las seguridades del caso, como cerramiento, entre otros. También cuenta que ese camposanto se encuentra prácticamente
desatendido por el Municipio.
Floresmilo Cabrera dice que otro hecho que llama la atención es la forma cómo los entierran a los muertos y que literalmente los dejan abandonados y que, lejos de ponerles
cruces, levantan allí maderos con números “como si estuvieran en una guerra o como si no fueran seres humanos”.
Más fosas Cuenta que las inhumaciones las realizan por lo general en la noche y sin el tratamiento respectivo y dejan en el sitio arrojando hasta guantes con los cuales manipularon a los fallecidos.Al momento, informa que en el sitio fueron excavadas cuatro fosas más. Tras exhortar a que los sepeliossean en forma digna, Floresmilo Cabrera dice que en el cementerio están sepultados más de 100 cuerpos que fallecieron por otras causas.
Luis Francisco Ramos Ortega, quien tiene su residencia a dos cuadras del panteón, también
revela su temor, toda vez que en el barrio hay adultos mayores, niños, jóvenes, cuya salud corre peligro porque están expuestos a un contagio. Agrega que planteó al burgomaestre, como lo están haciendo en otras ciudades del país, construir un cementerio exclusivo para quienes mueren por la pandemia del coronavirus, incluso fuera del casco urbano,donde no vaya a generar contaminación alguna, sin embargo, dice, no recibió respuesta de la autoridad municipal.
El morador del lugar cuenta que maquinaria del Ayuntamiento sigue abriendo más fosas y que, al parecer, seguirán enterrando muertos con Covid-19. Coincide con Floresmilo Cabrera en el sentido que lo hacen en forma antitécnica, por ejemplo, los dejan en un hueco de metro y medio de profundidad y no seis y hasta siete como manda el protocolo, aparte de otras falencias que nada tienen que ver con los protocolos.
Al tiempo de solicitar al Alcalde construir el cerramiento del camposanto y otro pequeño para los fallecidos por el virus, Luis Ramos anuncia que para hoy, desde las 16:00, está prevista en ese espacio una reunión de moradores, donde se tomarán algunas resoluciones.
La jefa Política del cantón, Nora Arias Córdova, reconoce la preocupación de los habitantes y agrega que ella hizo el contacto para que el Municipio atienda el requerimiento. Dice que el alcalde y presidente del COE-Cantonal, Armando Figueroa, dispuso se atienda, sin embargo, desconoce si ya se cumplió la disposición de reorganizar el tema cementerio de Trapichillo.
Precisa que la problemática debe resolverla el Municipio porque tiene la competencia,
como el uso del suelo, entre otros.
“El GAD Municipal debería, de alguna manera, escuchar el clamor de los moradores del barrio Trapichillo, cuya explicación la realizaron en la reunión del COE-Cantonal”, puntualiza
la autoridad del cantón.
Redacción: Hora32
Fotografías: Eduardo Valdiviezo.