Establecer un protocolo de referencia obligatoria que sirva de guía de acción y especifique acciones preventivas y correctivas para la Iglesia Católica en Ecuador, que apunten a disminuir al máximo la posibilidad de contagio por COVID-19 en los templos y parroquias; y que estos sean considerados por todos lugares seguros, una vez reiniciada progresivamente la actividad pastoral.