Por Pepe Simancas – VivaCatamayoTV, Medio de comunicación nativo digital.
Introducción
Catamayo, una tierra llena de historias y tradiciones, cuenta con un plato emblemático que define su identidad culinaria: la cecina. A través de nuestra serie «Catamayo de Antaño», hemos tenido el privilegio de entrevistar a Doña Tarcila Bejarano, la mujer detrás de la creación de este icónico plato. Con 90 años de vida, Doña Tarcila es un ejemplo de tradición y creatividad, “tomeña de cepa” o en día Catamayense, su historia refleja el espíritu trabajador de nuestra gente.
Catamayo en los Tiempos de Doña Tarcila
Hace más de 50 años, Catamayo era un pequeño pueblo marcado por la falta de infraestructura. En aquel entonces, las calles eran de tierra, el acceso al agua potable era limitado y la luz eléctrica apenas llegaba. Fue en este escenario que Doña Tarcila comenzó su camino, enfrentándose a la pobreza con valentía y trabajo duro.
«Mi niñez fue de trabajo y esfuerzo», recuerda. Desde pequeña, aprendió a sobrevivir cultivando la tierra y cuidando de sus hermanos. Su educación formal fue corta, pero eso no le impidió convertirse en una figura clave en la gastronomía local.
El Nacimiento de la Cecina
Todo comenzó como una improvisación. Con una cocinita de carbón, Doña Tarcila preparaba carne adobada para su familia. El aroma atrajo la atención de un vecino, quien le preguntó si estaba en venta. Su respuesta afirmativa, casi espontánea, fue el inicio de un negocio que cambiaría su vida y la de su comunidad.
«Compré dos libras de carne para la casa, pero alguien me dijo: ‘¿Vende?’ y así empecé», narra con una sonrisa.
El primer gran pedido llegó pronto: 300 porciones para un evento. Desde entonces, la cecina no solo fue su sustento, sino también su contribución al patrimonio cultural de Catamayo.
El Secreto de la Cecina
La receta original de Doña Tarcila destaca por su sencillez y autenticidad. Utilizaba ingredientes básicos como ajo, comino, pimienta y cebolla, que maceraban en la carne para resaltar su sabor. Aunque ahora se emplean parrillas modernas, en sus primeros días la carne se cocinaba directamente sobre brasas, lo que le daba un sabor ahumado inigualable.
Un detalle curioso es el uso de aguardiente en el aliño, un toque que Doña Tarcila defiende como su «secreto especial». Además, el acompañamiento de cebolla curtida con limón y yuca completaba el plato.
Una Mujer, Una Comunidad
La cecina pronto se convirtió en un símbolo de Catamayo, y Doña Tarcila en un ícono local. Su negocio floreció gracias a su carisma y la calidad de su trabajo. Recuerda cómo, después de los partidos de fútbol en el estadio, la gente llenaba su casa para probar su comida. «No había horario para atender; siempre estuve dispuesta», comenta con orgullo.
La cecina también traspasó fronteras, con clientes de diferentes lugares reconociendo el sabor único que solo ella sabía darle. «Mis clientes más fieles siempre fueron los que valoraban no solo la comida, sino el cariño con el que se hacía», afirma.
Lecciones de Vida
A lo largo de la entrevista, Doña Tarcila compartió reflexiones que inspiran a cualquiera que las escuche:
Sobre el trabajo: «No es un delito trabajar; al contrario, es lo que nos da dignidad y futuro.»
Sobre la generosidad: «Si alguien me pedía algo, yo nunca negaba. Es importante ayudar a los demás.»
Sobre la perseverancia: «Con esfuerzo y dedicación, logré criar a mis hijos, tener mi casa y sacar adelante a mi familia.»
El Legado de Doña Tarcila
Hoy, Catamayo cuenta con una calle entera dedicada a la venta de cecinas. Esta tradición, iniciada por Doña Tarcila, es un testimonio de su esfuerzo y creatividad. Aunque ella ya no está al frente del negocio, su legado vive en cada plato que se sirve y en el ejemplo que dejó para las generaciones futuras.
«Es lindo ver que otros han seguido este camino. Me siento orgullosa de haber empezado algo que une a nuestra comunidad», dice emocionada.
Conclusión
La historia de Doña Tarcila Bejarano refleja a la esencia de la mujer nativa del centro de la región sur del Ecuador quien creó un plato típico que hoy por hoy es nuestro patrimonio cultural gastronómico. Es la historia de una madre, una trabajadora y una emprendedora que transformó su entorno con pasión y determinación. Su vida nos recuerda que las tradiciones más valiosas no solo se construyen con ingredientes, sino también con valores y mucho amor.
Desde VivaCatamayoTV, honramos y rendimos homenaje a través de nuestro PODCAST a su legado y agradecemos la oportunidad de compartir estas historias que enriquecen nuestra identidad como catamayenses.
Doña Tarcila, su cecina y su historia son el alma de Catamayo. Sigamos trabajando juntos para preservar y celebrar lo mejor de nuestra tierra.