Catamayo, Ecuador. La comunidad del Movimiento Juan XXIII vivió un día especial, de esos que quedan en la memoria y en el corazón. Por un lado, se celebró el Cuarto Día, esa respuesta diaria que cada retirista da a Cristo después de su encuentro personal con Él. Por otro, se festejó el cumpleaños del Padre Manuel Cabrera, un sacerdote cercano, comprometido y que, en palabras de sus hermanos en la fe, “siempre está ahí cuando se le necesita”.
El Cuarto Día: una fe que camina
Para quienes han vivido un retiro del Movimiento Juan XXIII, El Cuarto Día no es solo una fecha en el calendario. Es cada día que sigue después de ese primer encuentro profundo con Dios. Es la prueba de fuego de la fe. “El retiro es una chispa, pero El Cuarto Día es el fuego que debe mantenerse encendido”, explicó José Rodrigo Alejandro Matamoros, presidente nacional del movimiento, quien llegó hasta Catamayo para compartir este momento con la comunidad.
Los hermanos que vivieron el último retiro en la ciudad fueron recibidos con alegría, abrazos y, sobre todo, con una invitación clara: no caminar solos. Porque en el Movimiento Juan XXIII la fe se vive en comunidad, con apoyo mutuo y con la certeza de que cada día es una nueva oportunidad para responderle a Dios con amor y entrega.
El cumpleaños del Padre Manuel: más que una fecha, un regalo para la comunidad
Pero la jornada tenía otro motivo de celebración. Entre risas, anécdotas y mucha gratitud, se festejó el cumpleaños del Padre Manuel Cabrera, un sacerdote querido y respetado en la comunidad. Y hubo una coincidencia especial: su padrino en el retiro fue el mismo presidente nacional del movimiento. “Para mí ha sido un honor. He estado cerca del padre Manuel por años, y ver su entrega y compromiso con la fe es una alegría”, expresó Matamoros.
La comunidad no dejó pasar la oportunidad de demostrarle su cariño. “Un sacerdote que camina con su pueblo es un regalo de Dios”, comentaban algunos de los presentes. Y con ese mismo espíritu, el festejo se convirtió en un momento de gratitud y oración por su vida y su vocación.
Lo que viene: más encuentros con Dios
El Movimiento Juan XXIII no se detiene. En abril, un nuevo retiro para mujeres se realizará en Loja, abriendo las puertas a más personas que deseen renovar su fe. Y en septiembre, Fray Nelson Medina, uno de los teólogos más reconocidos de América, llegará a Ecuador para compartir un retiro con más de 800 dirigentes del movimiento.
Pero quizás el evento más especial de este año será la celebración de los 55 años del movimiento, en Arecibo, Puerto Rico, donde nació esta gran familia de fe. Una delegación ecuatoriana viajará hasta allá para vivir la experiencia junto a hermanos de distintos países.
Catamayo fue testigo de un día lleno de emociones, compromiso y fe. Un Cuarto Día que seguirá resonando en el corazón de cada retirista. Porque el reto no es solo vivir un retiro, sino hacer de cada día una respuesta viva a Dios.